MUJER MOCHICA
POR MARCO MARTOS·
Llega hasta nosotros la belleza antigua de las mujeres mochicas
que empujaban los caballitos de totora en la bahía de Huanchaco
y llevaban ofrendas al sol y a la luna en las huacas respectivas
o en la ciudadela de barro de Chan Chan que la incuria del tiempo
ha sabido respetar a pesar de las corrientes súbitas de los ríos,
de los sismos interminentes y los maremotos que castigan a las costas.
Estos genes son misteriosos, conservan y perfeccionan la hermosura,
tienen el aroma de los tiempos lejanos y la brisa marina de los días de hoy.
Los encuentras en Piura, en Sullana, en Trujillo, en Laredo, en Moche,
mujeres de piel bruna, que los extranjeros confunden con las damas hindúes,
que cuando hablan parece que cantasen mientras muestran las hileras
de sus dientes blanquísimos como la nieve de las montañas de los Andes.
Y entre todas hay una que te escoge y pone alegría y trae el sabor de lo arcano
a cada uno de tus numerosos pasos transformando en oasis los desiertos de tu vida.
POR MARCO MARTOS·
Llega hasta nosotros la belleza antigua de las mujeres mochicas
que empujaban los caballitos de totora en la bahía de Huanchaco
y llevaban ofrendas al sol y a la luna en las huacas respectivas
o en la ciudadela de barro de Chan Chan que la incuria del tiempo
ha sabido respetar a pesar de las corrientes súbitas de los ríos,
de los sismos interminentes y los maremotos que castigan a las costas.
Estos genes son misteriosos, conservan y perfeccionan la hermosura,
tienen el aroma de los tiempos lejanos y la brisa marina de los días de hoy.
Los encuentras en Piura, en Sullana, en Trujillo, en Laredo, en Moche,
mujeres de piel bruna, que los extranjeros confunden con las damas hindúes,
que cuando hablan parece que cantasen mientras muestran las hileras
de sus dientes blanquísimos como la nieve de las montañas de los Andes.
Y entre todas hay una que te escoge y pone alegría y trae el sabor de lo arcano
a cada uno de tus numerosos pasos transformando en oasis los desiertos de tu vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
De mis manos brotarán
amapolas rojas como la sangre.
Así, quizás mi poesía sea eterna.
MI POESÍA SOY YO
FANNY JEM WONG M
LIMA - PERÚ