Carta de Roberto Arlt a Ivonne
Queridísima
amiga, auténtica y querida amiga. Por fín solo, para poder charlar con
usted. Pensaba en usted, aunque éste no es el término que debo emplear;
en realidad seguía en su compañía. Me he apresurado a meterme en la
cama y desde la cama le escribo, con un codo sobre la almohada, la cara
sobre la mano y un bulto de carillas. ¿Cómo podríamos llamar a esto que
ocurre entre nosotros? ¿Felicidad o predestinación? Ocurre que estamos
juntos y nos comunicamos nuestras experiencias con una jovialidad
natural de criaturas que han vivido juntas años y años. Ningún embarazo
frente a nada. Ningún temor de lo que el otro puede pensar de uno. Las
cosas tienen sus nombres y por sus nombres las llamamos, y no se da caso
semejante de que la coincidencia de las situaciones haya provocado la
coincidencia de caracteres. No me canso de pensar en mi buena suerte.
Soy realmente un hombre afortunado. Afortunado por haber encontrado a mi
igual.
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De mis manos brotarán
amapolas rojas como la sangre.
Así, quizás mi poesía sea eterna.
MI POESÍA SOY YO
FANNY JEM WONG M
LIMA - PERÚ