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miércoles, febrero 16, 2022

No tengas nada en las manos... por Fernando Pessoa


No tengas nada en las manos... por Fernando Pessoa
No tengas nada en las manos...
por Fernando Pessoa


No tengas nada en las manos
ni una memoria en el alma,

que cuando un día en tus manos
pongan el óbolo último,

cuando las manos te abran
nada se te caiga de ellas.

¿Qué trono te quieren dar
que Atropos no te lo quite?

¿Qué laurel que no se mustie
en lo arbitrios de Minos?

¿Qué horas que no te conviertan
en la estatura de sombra

que serás cuando de noche,
estés al fin del camino?

Coge las flores, mas déjalas
caer, apenas miradas.

Al sol siéntate. Y abdica
para ser rey de ti mismo.

 



jueves, marzo 18, 2021

De la más alta ventana de mi casa por Fernando Pessoa

 Fernando Pessoa


De la más alta ventana de mi casa por Fernando Pessoa

Desde la ventana más alta de mi casa,
con un pañuelo blanco digo adiós
a mis versos, que viajan hacia la humanidad.
Y no estoy alegre ni triste.
Ése es el destino de los versos.

Los escribí y debo enseñárselos a todos
porque no puedo hacer lo contrario,
como la flor no puede esconder el color,
ni el río ocultar que corre,
ni el árbol ocultar que da frutos.

He aquí que ya van lejos, como si fuesen en la diligencia,
y yo siento pena sin querer,
igual que un dolor en el cuerpo.

¿Quién sabe quién los leerá?
¿Quién sabe a qué manos irán?

Flor, me cogió el destino para los ojos.
Árbol, me arrancaron los frutos para las bocas.
Río, el destino de mi agua era no quedarse en mí.
Me resigno y me siento casi alegre,
casi tan alegre como quien se cansa de estar triste.

¡Idos, idos de mí!
Pasa el árbol y se queda disperso por la Naturaleza.
Se marchita la flor y su polvo dura siempre.
Corre el río y entra en el mar y su agua es siempre la
que fue suya.

Paso y me quedo, como el Universo.
 

 

 

domingo, julio 21, 2019

Aniversario por Fernando Pessoa (1888 - 1935) Portugal

Fernando Pessoa



Aniversario por Fernando Pessoa


En el tiempo en que festejaban el día de mi cumpleaños,
yo era feliz y nadie había muerto.
En la casa antigua, incluso mi cumpleaños era una tradición de siglos,
y la alegría de todos, y la mía, estaba asegurada con una religión cualquiera.
En el tiempo en que festejaban el día de mi cumpleaños,
tenía yo la gran salud de no entender cosa alguna,
de ser inteligente en medio de la familia,
y de no tener las esperanzas que los demás tenían por mí.
Cuando llegué a tener esperanzas ya no supe tener esperanzas.
Cuando llegué a mirar la vida, perdí el sentido de la vida.
Sí, lo que supuse que fui para mí,
lo que fui de corazón y parentesco,
lo que fui de atardeceres de media provincia,
lo que fui de que me amaran y ser yo el niño.
Lo que fui —¡Ay, Dios mío!—, lo que sólo hoy sé que fui…
¡Qué lejos!...
(Ni lo encuentro…)
¡El tiempo en que festejaban el día de mi cumpleaños!
Lo que hoy soy es como la humedad en el corredor al final de la casa,
que mancha las paredes…
lo que hoy soy (y la casa de quienes me amaron tiembla a través de mis lágrimas),
lo que soy hoy es que hayan vendido la casa.
Es que hayan muerto todos,
es que haya sobrevivido yo a mí mismo como un fósforo frío…
En el tiempo en que festejaban el día de mi cumpleaños…
¡Qué amor mío, como una persona, ese tiempo!
Deseo físico del alma de encontrarse allí otra vez,
por un viaje metafísico y carnal,
con una dualidad de mí para mí…
¡Comer el pasado como a pan con hambre, sin tiempo para mantequilla en los dientes!
Veo todo de nuevo con una nitidez que me ciega para cuanto hay aquí…
La mesa dispuesta con más lugares, con mejores dibujos en la loza, con más copas,
el aparador con muchas cosas —dulces, frutas, el resto en la sombra bajo lo elevado—,
las tías viejas, los primos diferentes, y todo por causa mía,
en el tiempo en que festejaban el día de mi cumpleaños…
¡Detente, corazón mío!
¡No pienses! ¡Deja el pensar en la cabeza!
¡Oh Dios mío, mi Dios, Dios mío!
Ya hoy no cumplo años.
Perduro.
Se me suman días.
Seré viejo cuando lo sea.
Y nada más.
¡Rabia de no haberme traído el pasado robado en la mochila!...
¡El tiempo en que festejaban el día de mi cumpleaños!
 

 

sábado, abril 20, 2019

Poema en línea recta por Fernando Pessoa

 

Fernando Pessoa


Poema en línea recta por Fernando Pessoa

Nunca he conocido a nadie a quien le hubiesen molido a
palos.
Todos mis conocidos han sido campeones en todo.

Y yo, tantas veces despreciable, tantas veces inmundo,
tantas veces vil,
yo, tantas veces irrefutablemente parásito,
imperdonablemente sucio,
yo, que tantas veces no he tenido paciencia para bañarme,
yo, que tantas veces he sido ridículo, absurdo,
que he tropezado públicamente en las alfombras de las
ceremonias,
que he sido grotesco, mezquino, sumiso y arrogante,
que he sufrido ofensas y me he callado,
que cuando no me he callado, he sido más ridículo todavía;
yo, que les he parecido cómico a las camareras de hotel,
yo, que he advertido guiños entre los mozos de carga,
yo, que he hecho canalladas financieras y he pedido prestado
sin pagar,
yo, que, a la hora de las bofetadas, me agaché
fuera del alcance las bofetadas;
yo, que he sufrido la angustia de las pequeñas cosas
ridículas,
me doy cuenta de que no tengo par en esto en todo el
mundo.

Toda la gente que conozco y que habla conmigo
nunca hizo nada ridículo, nunca sufrió una afrenta,
nunca fue sino príncipe - todos ellos príncipes - en la vida...

¡Ojalá pudiese oír la voz humana de alguien
que confesara no un pecado, sino una infamia;
que contara, no una violencia, sino una cobardía!
No, son todos el Ideal, si los oigo y me hablan.
¿Quién hay en este ancho mundo que me confiese que ha
sido vil alguna vez?
¡Oh príncipes, hermanos míos,
¡Leches, estoy harto de semidioses!
¿Dónde hay gente en el mundo?

¿Seré yo el único ser vil y equivocado de la tierra?

Podrán no haberles amado las mujeres,
pueden haber sido traicionados; pero ridículos, ¡nunca!
Y yo, que he sido ridículo sin que me hayan traicionado,
¿cómo voy a hablar con esos superiores míos sin titubear?
Yo, que he sido vil, literalmente vil,
vil en el sentido mezquino e infame de la vileza.
 

 

 

 
 

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La fiesta de KIKÍN, EL SALTARÍN , se celebró en el Club Social Miraflores , con CUENTACUENTOS , canciones , ricos bocaditos y mucha alegría. Una historia en rima que fomenta los valores de la alegría, la amistad y el compromiso.

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“Quizá nos encontremos frente a frente algún día, quizá nuestros disfraces nos logremos quitar. Y ahora me pregunto… cuando ocurra, si ocurre, ¿sabré yo de suspiros, sabrás tú suspirar?”

“La vida no es la que uno vivió, sino la que recuerda y cómo la recuerda para contarla.” G García M.

“La vida no es la que uno vivió, sino la que recuerda y cómo la recuerda para contarla.” G García M.
“Los recuerdos son los tesoros que se mantienen atrapados en el almacén de nuestras almas, para mantener el corazón caliente cuando estamos solos.” Becky Aligada

HAIKU DE FANNY JEM WONG

HAIKU DE FANNY JEM WONG
entre bocados / al final se escucha / gochisousama

CON MI FAMILIA

CON MI FAMILIA
Confucio veía la familia como el cimiento de la sociedad y sostenía que el respeto y la armonía dentro de ella eran esenciales para el bienestar de todos sus miembros. Consideraba que la familia era el lugar donde se debían aprender los valores morales y éticos, y donde se debían forjar los lazos familiares fuertes y duraderos. Además, destacaba la importancia de los roles y las responsabilidades dentro de la familia, así como la educación como herramienta para mejorar la sociedad. En definitiva, Confucio nos dejó un legado que enfatiza la importancia de la familia como pilar fundamental en nuestras vidas. FUENTE : https://filosofiaoriental.info/que-dice-confucio-de-la-familia/