MI BUENA AMIGA JEM, AL ALUDIRME PARA BIEN, COMO
PROFESIONAL EN MEDICINA, ESTOY TOTALMENTE DE ACUERDO CON TUS
PLANTEAMIENTOS A NIVEL DE TODOS LOS PAISES, CIUDADES, Y PUEBLOS. TE DEJO
UN ARTICULO QUE LEÍ, POR CIERTO MUY DIDÁCTICO. ME PARECIÓ MUY
INTERESANTE ESTE ARTICULO A NIVEL MÉDICO BENEFICIOS DE LA REFORESTACIÓN
La reforestación urbana y de la comunidad puede marcar una diferencia en nuestras vidas.
Cada uno de nosotros puede hacer una contribución personal. A
medida que desarrollamos y aplicamos nuevas tecnologías para vivir
mejor, muchas veces los efectos secundarios afectan adversamente nuestro
ambiente. Por ejemplo, en las áreas urbanas las
temperaturas en el verano y los niveles de ruido son más altos que en
las áreas rurales circundantes. Los problemas de contaminación del aire
son mayores y el paisaje está significativamente alterado, reduciendo
los beneficios de salud disponibles para nosotros cuando tenemos acceso a
áreas boscosas y áreas verdes abiertas. Los árboles
ayudan a resolver estos problemas. En la actualidad el 75% de nosotros
vive en pueblos y ciudades, y podemos actuar individualmente para
mejorar nuestro ambiente natural sembrando y manteniendo árboles en
nuestras calles y apoyando programas de reforestación en la comunidad.
A través de la tecnología estamos aprendiendo más sobre los
árboles,
cómo estos benefician a la humanidad y cómo podernos sembrar y cuidar
mejor aquellos que forman nuestros bosques urbanos. Los
árboles son bienes mayores en las ciudades y pueblos de América. Así
como las calles, las veredas, los alcantarillados, los edificios
públicos y las facilidades recreativas son parte de la infraestructura
de una comunidad, los árboles en la propiedad pública también lo son.
Los árboles – y, colectivamente el bosque urbano – son bienes
importantes que requieren cuidado y mantenimiento al igual que otras
propiedades públicas. Los árboles trabajan para nosotros 24 horas todos
los días para mejorar nuestro ambiente y nuestra calidad de vida.
Sin árboles, la ciudad es un paisaje estéril de concreto, ladrillo,
acero y asfalto. Imagínese su pueblo sin árboles. ¿Sería un lugar donde a
usted le gustaría vivir?
Los árboles hacen a las comunidades habitables para la
gente. Los árboles añaden belleza y crean un ambiente beneficioso para
nuestra salud mental.
Los árboles añaden un carácter natural a nuestras ciudades y
pueblos. • Nos proveen colores, flores, bellas formas y texturas. •
Ocultan paisajes desagradables. Suavizan el perfil de obras de
albañilería, metales y cristales. • Se pueden usar en diseños arquitectónicos para definir espacios y continuidad del paisaje.
Los árboles impactan profundamente nuestro estado de ánimo y
emociones, proveyendo beneficios sicológicos inconmensurables. Un
bosque saludable que crece en los lugares donde las personas viven y
trabajan es un elemento esencial para la salud de las mismas personas.
Los árboles: crean sentimientos de relajación y bienestar. •
Proveen privacidad, sensación de recogimiento y seguridad. Ayudan a
eliminar, atrapar y sostener partículas de contaminantes (polvo,
cenizas, polen y humo) que pueden causar daños a los pulmones humanos.
Absorben C02 otros gases peligrosos y, a cambio, restauran la atmósfera con oxígeno.
Producen cada día, en cada ½ Ha., oxígeno suficiente para 18
personas. • Acortan la estadía post-operatoria en los hospitales cuando
los pacientes están en dormitorios con vista a árboles y espacios
abiertos.
Un bosque urbano bien administrado contribuye al sentimiento de orgullo de comunidad y de propiedad.
Los árboles y otras plantas fabrican su propio alimento del
bióxido de carbono (C02) en la atmósfera, el agua, la luz solar y en una
pequeña cantidad de elementos del suelo. En ese proceso los árboles
liberan el oxígeno (02) para nosotros respirar.
Los árboles ayudan a eliminar, atrapar y sostener partículas
de contaminantes (polvo, cenizas, polen y humo) que Absorben en cada
acre, por el período de un año, el C02 suficiente para igualar la
cantidad que se produce al conducir un auto 26,000 millas.
• Los árboles remueven los contaminantes gaseosos
absorbiéndolos a través de los poros de la superficie de las hojas. Las
partículas son atrapadas y filtradas por las hojas, los tallos y las
ramas, y son lavadas hacia el terreno por la lluvia.
Los contaminantes perjudican a los árboles dañándoles su
follaje e inhibiendo el proceso de fotosíntesis (producción de
alimentos). También debilitan a los árboles haciéndolos más susceptibles
a otros problemas de salud tales como insectos y enfermedades.
La pérdida de árboles en nuestras áreas urbanas no solo
intensifica el efecto de “isla termal” debido a la pérdida de sombra y
evaporación, sino que perdemos también un principal absorbente de
bióxido de carbono y un atrapador de otros contaminantes atmosféricos.
La quema de combustibles fósiles para obtener energía y los
fuegos de bosques a gran escala, tales como los de los trópicos, son
contribuidores principales de la acumulación de C02 en la atmósfera.
El manejar y proteger los bosques, y sembrar árboles nuevos,
reduce los niveles de C02 al éstos almacenar carbón en las raíces y
troncos y devolver oxígeno a la atmósfera.
LOS ARBOLES COMBATEN EL EFECTO INVERNADERO DE LA ATMOSFERA
El calor de la Tierra es retenido en la atmósfera debido a
los altos niveles de C02 y de otros gases que atrapan el calor y no
permiten que éste sea liberado al espacio, creando así el fenómeno
conocido como “efecto de invernadero”.
El efecto de invernadero es creado cuando el calor del sol
entra a la atmósfera y los gases contaminantes del aire no permiten que
éste sea reflejado de vuelta al espacio.
La acumulación de sobre 40 gases retenedores de calor es creada mayormente por actividades humanas.
La acumulación del calor amenaza con elevar las temperaturas del globo a niveles sin precedentes en la historia.
Los árboles actúan como filtros removiendo el carbono del
C02 y almacenándolo como celulosa en el tronco mientras devuelven
oxígeno a la atmósfera.
Un árbol saludable almacena aproximadamente 13 libras de carbono anualmente o, 2.6 toneladas por acre cada año.
Los árboles también reducen el efecto de invernadero al
darle sombra a nuestras casas y edificios de oficinas. Esto disminuye la
necesidad de usar acondicionadores de aire hasta 30 por ciento,
reduciendo así la cantidad de combustibles fósiles que se queman para
producir electricidad.
Esta combinación de eliminación de C02 de la atmósfera,
almacenamiento de carbono en la madera y el efecto de enfriamiento, hace
de los árboles unos medios bien eficientes para combatir el efecto de
invernadero.
LOS ARBOLES CONSERVAN AGUA Y REDUCEN LA EROSION DEL TERRENO
Los árboles producen materia orgánica en la superficie del
suelo al arrojar sus hojas. Sus raíces aumentan la permeabilidad del
terreno. Esto resulta en: .reducción de la corriente del agua de
tormentas sobre la superficie del suelo.
.Reducción de la erosión del suelo y de la sedimentación en
los arroyos. .Aumento de la carga de agua en el terreno la cual es
significativamente reducida por la pavimentación.
Menor cantidad de químicos que son transportados a los arroyos. Reducción de la erosión del terreno causada por el viento.
Sin árboles, las ciudades tendrían que aumentar el sistema
de alcantarillas, el drenaje para las aguas de las tormentas y la
capacidad de tratamiento de desperdicios, para así poder manejar el
aumento de las corrientes de agua.
LOS ARBOLES CONSERVAN ENERGIA
Los árboles colocados estratégicamente pueden ser tan efectivos
como cualquier otra mejora para conservar energía que se le haga al
hogar, tales como el aislamiento y la instalación de ventanas y puertas
especiales para las estaciones del año.
Los árboles pueden reducir sus gastos de calefacción y
enfriamiento. Los árboles conservan energía al enfriar el ambiente en
los meses más calurosos. Durante el invierno sirven de rompe vientos.
Esto resulta en que se queman menos combustibles fósiles para generar
electricidad para calentamiento y enfriamiento.