
Carta de amor de Adolfo Bioy Casares a Elena Garro 

Mi querida, aquí estoy recorriendo desorientado las tristes galerías del barco y no
 volví a Víctor Hugo. Sin embargo, te quiero más que a nadie... 
Desconsolado canto, fuera de tono, Juan Charrasqueado (pensando que no 
merezco esa letra, que no soy buen gallo, ni siquiera parrandero y 
jugador) y visito de vez en vez tu fotografía y tu firma en el 
pasaporte. Extraño las tardes de Víctor Hugo, el té de las seis y con 
adoración a Helena. Has poblado tanto mi vida en estos tiempos que si 
cierro los ojos y no pienso en nada aparecen tu imagen y tu voz. Ayer, 
cuando me dormía, así te vi y te oí de pronto: desperté sobresaltado y 
quedé muy acongojado, pensando en ti con mucha ternura y también en mí y
 en cómo vamos perdiendo todo. Te digo esto y en seguida me asusto: en 
los últimos días estuviste no solamente muy tierna conmigo sino también 
benévola e indulgente, pero no debo irritarte con melancolía; de todos 
modos cuando abra el sobre de tu carta (espero, por favor que me 
escribas) temblaré un poco. Ojalá que no me escribas diciéndome que todo
 se acabó y que es inútil seguir la correspondencia... Tú sabes que hay 
muchas cosas que no hicimos y que nos gustaría hacer juntos. Además, 
recuerda lo bien que nos entendemos cuando estamos juntos... recuerda 
cómo nos hemos divertido, cómo nos queremos. Y si a veces me pongo un 
poco sentimental, no te enojes demasiado... Me gustaría ser más 
inteligente o más certero, escribirte cartas maravillosas. Debo 
resignarme a conjugar el verbo amar, a repetir por milésima vez que 
nunca quise a nadie como te quiero a ti, que te admiro, que te respeto, 
que me gustas, que me diviertes, que me emocionas, que te adoro. Que el 
mundo sin ti, que ahora me toca, me deprime y que sería muy desdichado 
de no encontrarnos en el futuro. Te beso, mi amor, te pido perdón por 
mis necedades. 
 
 
.jpg) 
 
.jpg) 
 
 
.jpg) 
 
 
.jpg) 
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario
De mis manos brotarán
amapolas rojas como la sangre.
Así, quizás mi poesía sea eterna.
MI POESÍA SOY YO
FANNY JEM WONG M
LIMA - PERÚ