te amo de una manera inexplicable,
de una forma inconfesable,
de un modo contradictorio.
Te amo...
con mis estados de ánimo que son muchos,
y cambian de humor continuamente.
por lo que ya sabes,
el tiempo, la vida, la muerte.
Te amo...
con el mundo que no entiendo,
con la gente que no comprende,
con la ambivalencia de mi alma,
con la incoherencia de mis actos,
con la fatalidad del destino,
con la conspiración del deseo,
con la ambigüedad de los hechos.
Aún cuando te digo que no te amo, te amo,
hasta cuando te engaño, no te engaño,
en el fondo, llevo a cabo un plan,
para amarte mejor.
Te amo...
sin reflexionar, inconscientemente,
irresponsablemente, espontáneamente,
involuntariamente, por instinto,
por impulso, irracionalmente.
En efecto no tengo argumentos lógicos,
ni siquiera improvisados
para fundamentar este amor que siento por ti,
que surgió misteriosamente de la nada,
que no ha resuelto mágicamente nada,
y que milagrosamente, de a poco, con poco y nada
ha mejorado lo peor de mí.
Te amo...
te amo con un cuerpo que no piensa,
con un corazón que no razona,
con una cabeza que no coordina.
Te amo ...
incomprensiblemente,
sin preguntarme por qué te amo,
sin importarme por qué te amo,
sin cuestionarme por qué te amo.
Te amo...
sencillamente porque te amo,
yo mismo no sé por qué te amo.
NIÑA ROTA POR WALTER FAILA De aquí y de allá De la lluvia indomable hasta el sol perecedero Desde la orilla del tiempo hasta núcleo del olvido Por aquí y por allá Por el arrullo apasionado de la tierra Por el llanto fugaz de los luceros. Tanto lugar se esparce entre semillas tanto dolor se extiende por los surcos Vaga entre recuerdos de difuntos Ríe por los cauces de su vida. Su corazón es un niño de hojalata en el ritual donde baila un aborigen la trágica danza de su historia. De aquí y de allá Rondando como un ángel herido Bailando entre duendes y fogatas. De la calle adoquinada hasta el mar bravío Desde el hacha de acero hasta la parca enamorada. Es una diosa atea apretando oraciones en sus dientes Es un cuerpo cojo con los brazos de un árbol Una mochila reciclada en el herrumbre de la vida De aquí, De éste espanto de escombros cuando cae la muralla De éste espasmo que asfixia los pulmones del tiempo De allá De ese futuro viejo que es un pasado que no llega De la oración y el beso que se enterró en la infancia ¡Aúllame una vez más, loba enferma! Corazón de marioneta, muñeca de porcelana Ládrame una vez más, perra fiel, que aun llevo los ojos abiertos y siento que palpita mi hijo en tus entrañas. Acércate una vez mas, quita el invierno a mi boca Duerme sobre mis costillas de amor y de sueños que la noche está oscura y fría, alma mía… niña rota.-